Una vez mas el distrito de Guadalupe, en la provincia de Pacasmayo, se ve sacudida por la detonación de un artefacto explosivo en la veterinaria “Ayacucho”, de propiedad de J.D.B.B., de 60 años. El artefacto detonó en la entrada del establecimiento, causando daños significativos en la estructura de la puerta metálica enrollable, que quedó fuera de su lugar y presentaba abolladuras y roturas visibles. Al ingresar al interior de la veterinaria, el personal de la Policía Nacional del Perú (PNP) verificó que la explosión había provocado la dispersión de esquirlas y dañado materiales de construcción y otros elementos del local.
La propietaria de la veterinaria, informó a las autoridades que venía recibiendo mensajes extorsivos antes de la detonación. Estos actos de intimidación se incrementaron después de la explosión, lo que sugiere un claro caso de extorsión vinculado a bandas criminales. La detonación parece ser una advertencia directa hacia la víctima para presionarla a cumplir con las demandas económicas de los extorsionadores.
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